Los cafés de París tienen este tipo de sillas, alegres y ligeras, con un tono primaveral. Están tan juntas que hay que llevar cuidado de no beberse el café del vecino, pero así es París y así me gusta.
Los cafés de París tienen este tipo de sillas, alegres y ligeras, con un tono primaveral. Están tan juntas que hay que llevar cuidado de no beberse el café del vecino, pero así es París y así me gusta.